Salen a la luz algunos de los secretos mejor guardados de los leoneses.
Un estudio sociológico realizado entre hombres y mujeres de entre 18 y 55 años residentes en León y provincia revela algunos datos hasta ahora desconocidos por los expertos. El estudio, encargado por una firma noruega de edredones y ropa de cama, ha sido presentado esta mañana en el Hostal de San Marcos.
El trabajo trata de ahondar en algunas de las costumbres más extendidas por leoneses y leonesas a la hora de meterse a la cama, ya sea solos o acompañados. De entre los datos más curiosos destaca el que concluye que el 78% de la población asegura dormir con los calcetines puestos durante los meses más duros del invierno leonés.
«No hace falta irse más allá de mediados de octubre. Yo es llegar el otoño y ya los tengo guardados en el cajón de la mesita de noche para tirar de ellos en cuanto me acuesto» cuenta Gloria Martínez, peluquera de profesión para quien «dormir con los pies calientes en los meses más gélidos es tanto o más necesario como hacerlo bien acompañada, ya sabes…»
Si bien es cierto que en León ciudad el porcentaje disminuye levemente (entorno al 65%), probablemente por disponer en la ciudad de mejores condiciones que en los pueblos en lo que a calefacción se refiere, el número sigue resultando abultado. «Toda la vida escuché a mi abuela decir que los catarros entran por los pies, así que para qué vamos a arriesgar con las vueltas que da mi pareja en la cama que me deja destapado a la primera de cambio. Yo enfundo los calcetines y solucionado», asegura Ramón Tejerina, uno de los participantes en la encuesta.
Por su parte Luis Oblanca, de 53 años, acostumbra a pernoctar entre noviembre y marzo con calcetín de lana merina, mientras reconoce que «todo son ventajas, porque cada vez me cuesta más doblarme para cortarme las uñas de los pies. Total que con los calcetines puestos tengo a mi mujer encantada porque así evitamos los roces desagradables en la cama».
Del total que utiliza calcetines durante la noche, un 62% son mujeres, mientras que el 38% restante son hombres. «Nosotras solemos ser más frioleras que ellos y recurrimos con más facilidad a los calcetines nocturnos» reconoce Marga Asensio, una de las sociólogas que ha llevado a cabo la investigación.
Pero este porcentaje se ve sin embargo dado la vuelta cuando de lo que se trata es de calentar otras partes del cuerpo. Para Marga «son los “marianos” los que triunfan entre la población masculina a la hora de dormir en León, pues en cuanto hace un poquito de frío, rápidamente se enfundan el pantaloncito ajustado de algodón y duermen la mar de agustito los tíos. La verdad es que a los hombres los “marianos” les hacen un tipito muy gracioso y hasta sexy en ocasiones», bromea.
De qué lado se acostumbra a dormir, cuántas personas distintas han pasado debajo del edredón en el último año o en qué momento se prescinde del nórdico cuando al estar en pareja aumenta la temperatura del lecho conyugal, son otros de los datos que también ha arrojado el estudio y que se harán públicos a partir de finales de mes en la dirección web www.ponunedredonentuvida.com