El popular cantante Folk leonés, Jacinto Millo, fue expulsado en la tarde de ayer de las piscinas municipales Juan de Austria de Valladolid al percatarse los socorristas de que lucía un león y una leona tatuados en el pecho mientras se dirigía a darse un baño refrescante en la piscina olímpica.

«Si es que va provocando», argumenta Abraham Lapuerta desde el servicio de taquillas visiblemente molesto. «Les visten con esas pintas y encima se tatúan un león. Hijo, aquí los nacionalismos los tratamos con mano dura, torreznos y Ribera del Duero. Lo que nos faltaba ya, que se nos llenase la piscina de lazos carmesíes».

El incidente no pasó desapercibido, pues Jacinto trató de escabullirse de los socorristas que intentaban sujetarle y tras varias carreras por las zonas verdes logró subirse a una sombrilla de paja y entonar el “sin León no hubiera España” para burla y rubor de los pucelanos allí presentes.

«A mi de siempre el asunto leonés me la bufa. Pero vamos, que vengan estos dos millenials a echarme por llevar este tatuaje me toca la fibra y les he montado un pollo aquí que se van a acordar hasta que Aznar vuelva a la timba de dominó de Quintanilla de Onésimo» asegura el cantante.

Por su parte, el Ayuntamiento de Valladolid ha encargado nuevos carteles informativos en los que deja claro que las piscinas son para disfrutar del verano, no para reivindicar cuestiones territoriales.

«Mira los catalanes la que tienen montada en las playas con las cruces. No, hijo no… aquí un leonés templadito y discreto, que lo mandamos a bañar al Pisuerga en lo que recitamos un verso de Zorrilla».