Las fiestas de San Juan y San Pedro han traído a León multitud de actividades, conciertos y eventos destacables en este comienzo de verano. Uno de ellos es el “street food” Come y Calle, que por tercera vez ha aparcado sus Food Trucks en el Jardín de San Francisco acompañados de puestos de ropa, escenarios musicales y actividades de todo tipo en un entorno urbano pero natural que hace las delicias de sus visitantes

Sin embargo, ha debido ser precisamente esa naturalidad la que ha debido despistar a varios turistas holandeses que, a su paso por León durante el inicio de sus vacaciones de aventura con destino a Galicia, creyeron encontrar en el centro de la ciudad un lugar de acampada que no aparecía en ninguna guía turística pero que bien merecía haber sido destacado como sitio recomendado en cualquier publicación especializada.

«Veníamos de dar una vuelta por el casco antiguo y cuando pasamos por allí con el coche y vimos aquello con sus autocaravanas y todas esas zonas verdes no nos pudimos imaginar que era simplemente un parque, así que sacamos las tiendas y allí nos instalamos» afirma convencida Sofie Van Saarten, una de las integrantes de la acampada que dice estar además muy acostumbrada a viajar por Europa y «cosas más raras» haber visto.

«Meca, teníamos enganches de agua, de luz, servicios higiénicos, la música, servicio de comida… Sí es verdad que echamos en falta las duchas pero ya conocemos España y precisamente por el buen rollo que se respira en este país pensamos que la estatua esa que hay en el medio hacía las veces. Si hasta había niños bañándose, ¡era genial!».

No fue hasta pasadas unas horas después de haberse instalado cuando los campistas comenzaron a darse cuenta de que algo extraño sucedía. «Nosotros estábamos tan tranquilos escuchando música, jugando al Sjoelbak, charlando y bueno… ya sabe… costumbres holandesas. Pero como a media tarde aquello empezó a llenarse de gente que nos miraban y miraban, así que todo empezó a parecernos extraño y ya, pues preguntamos a unas chicas que había allí en una roulotte con unos muebles muy monos, que nos sacaron del error» asegura Bram Wassus, viajero incansable y campista desde hace más de 30 años.

Como respuesta a los hechos, el Ayuntamiento de León ha instalado en las cuatro entradas del parque carteles informativos aclarando que no se permite la acampada en el recinto. Sin embargo desde el servicio de parques y jardines se han tomado la confusión con alegría y planean elevar una propuesta al alcalde para que estudie la posibilidad de permitir este tipo de actividad en los parques de la ciudad durante el verano. 

«Son meses de mucho turismo y ahora con el buen tiempo y teniendo en cuenta la deuda municipal, creo que sería estupendo dejar que los turistas acampen a cambio de una pequeña cuota», propone uno de los empleados de jardines. «Además creo que si lo complementamos con unas pedaletas en el río y zona de barbacoas en el Cid ya sería la bomba», exclama.