Pablo Echenique es el único miembro de Podemos que se ha ofrecido a ayudar a la pareja Iglesias-Montero en la mudanza desde Vallecas al chalet de Galapagar. «Yo me atrevo hasta con una lavadora», ha declarado el secretario de Organización del partido morado.

Los demás miembros de la ejecutiva (hasta los más cercanos a la pareja) «han encontrado alguna excusa», según se lamentan los futuros propietarios.

«Esta os la guardo»

«Cuando hay un cargo de por medio, hay hostias para cerrar las candidaturas. Pero para mover el mueble del salón nadie me pide listas cremallera», ha declarado Pablo Iglesias, visiblemente molesto. «Eso sí, arrieros somos…», amenaza el líder transversal.

Carolina Bescansa (que ya sufrió en sus carnes una de las purgas de Iglesias) ha filtrado en su grupo de Telegram que no va a poder ayudar en la mudanza porque «su perro se ha comido los deberes».

Mientras, otros líderes de Podemos como Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero también han presentado sus excusas. «Si no es por no ir, pero ir para nada…», ha señalado el candidato a la Comunidad de Madrid. «Yo es que estoy fatal de lo mío», ha añadido Monedero echándose la mano a la espalda.

«Luego a la fiesta de la piscina se apuntarán todos», ha comentado Irene Montero, muy decepcionada. «Nuestra intención era socializar la mudanza para no fomentar la especulación entre las industrias del ramo», ha insistido. Pero parece que no ha colado.