«Parece que la idea fue del Camarlengo», denuncian los cardenales, tratando de quitarse de en medio. Todo empezó tras la polémica declaración del Papa sobre la existencia del Altísimo: «Dios ha muerto, Marx ha muerto y yo tampoco me encuentro muy bien».

Después de esa confesión, una encuesta del Estudio General de Infiernos que manejaba la curia señalaba un preocupante descenso de los más jóvenes por los temas de la Iglesia. «Internet nos ha hecho mucho daño», reconocen, «y algo había que hacer». Pero el intento de aumentar la reputación en internet de Su Santidad ha terminado en un tremendo patinazo.

Pregunta trampa

La solución para mejorar la imagen del Papa fue organizar un Trivial Pursuit versión Vaticano, con la intención de que Francisco campeonase. Todo iba bien hasta que el Papa sacó un cuatro: dados. Volvió a tirar y un cinco: quesito marrón, historia bíblica. La especialidad de Bergoglio.

«¿Cuántos animales metió Moisés en el arca?», pregunto el cardenal protodiácono. Silencio. El papa sonrió confiado. «Dos de cada especie». Fumata negra, error y pérdida de la primera posición que finalmente terminaría por conquistar un vecino apóstata de Villablino.

Vaticanazo

Algunos comparan esta derrota con la de a Brasil en Maracaná en el mundial de 1950 y ya hablan de "Vaticanazo".

Moisés no metió ningún animal en el arca. Fue Noé.