Los nubarrones y tormentas estarían afectando a la carga de sus baterías.
Las inclemencias meteorológicas que se vienen registrando en León desde el último mes podrían ser las causantes del mal funcionamiento de los nuevos relojes-termómetro instalados en la capital al haberse renovado la concesión que explotaba la anterior empresa.
«Yo no sé si la gente no se entera o es que hay que explicárselo todo» asegura el responsable de mantenimiento Adolfo Cembranos. «Con la racha de tormentas que llevamos las placas no captan la suficiente energía, por lo que los relojes no van. Me da a mi que a alguno más en esta ciudad no le cargan bien las placas tampoco».
Sería por tanto un problema de insuficiencia en el suministro solar el que estaría provocando un funcionamiento deficiente dos meses después de que hayan sido instalados estos nuevos elementos de mobiliario urbano, sin saber por el momento nada más sobre si va a haber sustitución de las anteriores fuentes, banderas y expositores al permanecer vacíos los lugares donde se ubicaban.
«Tenemos pedida una tregua a AEMET. Yo calculo que con seis o siete días que vengan buenos ya cargan lo suficiente para tirar lo menos un mes. Luego ya se irían recargando y van ampliando capacidad para afrontar el invierno. Van poco a poco, como Ordoño y la FEVE.»
Quejas por el tamaño de los números
No han sido pocas las quejas de los ciudadanos por el reducido tamaño de los caracteres en los nuevos dispositivos electrónicos, que dificultan el correcto visitando de la hora y la temperatura en los que ya la muestran por haberse cargado de suficiente energía solar.
«Los dirigentes se deben pensar que somos todos unos linces, como ellos» declara Noemi Opía, vecina de San Claudio. «Los anteriores relojes estarían viejillos pero al menos se veía si hacía frío o calor. Ahora no se sabe si lo que marcan es la temperatura o el número de investigados que tienen en la Operación Enredadera».