Los primeros roces han surgido en la pareja Iglesias-Montero a cuenta de la decoración de la villa de La Navata. Según fuentes fiables, una visita al Ikea ha sido el detonante de la discusión. Mientras el líder podemita apuesta por un estilo industrial, la portavoz prefiere arriesgar con una tendencia bohemio chic.

«Ha cambiado los libros de Laclau, Gramsci y Lacan por la revista DecoEstilo y el catálogo del Ikea», se queja Pablo Iglesias. «Para nuestro proyecto de familia necesitamos un estilo más industrial: vigas, ladrillos, hormigón y acero. Con ciertos tics retro y vintage, toques antiguos de mercadillo y muebles oxidados», explica Iglesias con pasión.

«Es un cutre»

Mientras, Montero no quiere ni oír hablar del plan de Iglesias. «Es un cutre. Lo llama industrial pero lo que quiere es no gastarse un duro», confiesa Montero que se ha plantado cuando Iglesias ha tratado de tapar un desperfecto con un poster de Rosa Luxemburgo.

A la portavoz le brillan los ojos cuando habla del proyecto que ahora mismo más le apasiona. «Yo trabajo para crear una atmósfera slow en nuestra nueva casa. Un puf de cuero, una butaca de madera, una alfombra de fibras, una lámpara de macramé…», nos cuenta Irene entusiasmada.

«Pero este… (y mira a Iglesias de reojo)… con este, vamos al Ikea y lo único que se lleva es una cinta métrica y un montón de lapiceros escondidos en el abrigo», confiesa decepcionada.