Sociedad

Dios participa en “El jefe infiltrado” por la ambigüedad del Papa frente al matrimonio homosexual

«Me cago en la puta, ya decía yo que me sonabas», sentenció Su Santidad.

La espectacular transformación de Dios ha sido la protagonista de la quinta temporada de “El jefe infiltrado”. El Creador del Universo sospechaba desde hace meses que se estaba perdiendo la ortodoxia del matrimonio elevado a la dignidad de Sacramento. Así que no dudó en afeitarse la barba, quitarse la túnica y abandonar su aureola triangular. «Fue lo más duro, no me la quitaba desde Noé, que se me cayó con la lluvia».

Dios Padre no parece contento con la modernización de la Iglesia que está impulsando Francisco al que llama “el Papa yeyé”. Se infiltró en la curia disfrazado de seminarista carmelita y a punto estuvo de ser descubierto en la capilla Sixtina. «El Papa no paraba de mirar mi representación en el fresco de Miguel Ángel. Pensé que me había reconocido, por suerte todo quedó en un susto», nos cuenta.

El pico de audiencia llegó cuando Dios y el Papa se pusieron a «hablar de sus cosas» después de una eucaristía en la Plaza de San Pedro. «Vamos a ver, Francisco», explicó el Señor, «una  manzana y una pera no pueden dar dos manzanas». «Hombre y mujer es matrimonio, y dos hombres, o dos mujeres, pues serán otra cosa distinta», aclaró.

En la última jornada, el Papa “flipó” al conocer la auténtica identidad de su novicio. «¡Ya decía yo que aquella jarra de vino era antes de agua!», comentó divertido.

Archivado en:

Lo último

Hemeroteca

De tapas con Darío

¿Me invitas a un butano?

Ayúdame a crecer invitándome a un "butano"
solo (1,20 €) o con extra de patatinas (2 €)...

Darío de León en tu buzón

Suscríbete ahora al boletín de noticias y recibe en tu correo los mejores artículos de la semana.

Visítame en las redes sociales

¿Te ha gustado?

Close

Puedes compartir este artículo en las redes sociales... ;)