«El materialismo kantiano se me hace bola», confiesa.
La polémica vuelve a rodear al Instituto Padre Isla de León. Jaime Luna, estudiante de segundo de bachillerato, fingió durante seis semanas estar en coma para evitar una prueba sobre el materialismo kantiano. «Kant confunde los predicados con los atributos, los conceptos con las cosas, y lleva su filosofía al subjetivismo. No me convence y no me examino», se defiende.
Su novia, más cercana a los postulados hermenéuticos, le ayudó sin embargo a sostener el engaño. Le fotografiaba en la cama con una máscara de oxígeno y subía las fotos a Instagram para evitar sospechas. La farsa se puso al descubierto al detectar la Biblioteca Municipal que Jaime Luna estaba usando su carnet para sacar la Enciclopedia Filosófica de Oxford y no devolvía los ejemplares.
La comunidad educativa, dividida
Por una parte, muchos profesores se muestran comprensivos. «Respetamos sus reproches a la “crítica de la razón pura” y su resistencia a examinarse de conceptos que considera equivocados», han comentado benevolentes.
Por otro lado, asociaciones de padres de alumnos apuntan que para ser consecuentes con “los imperativos categóricos” debería haberse presentado «y luego ya veremos». «¡Vamos, hombre! Que quería fumarse el examen y ha montado todo esto», recelan.