Seis días de confinamiento han bastado a Edmundo Minguero para salir a la calle corriendo presa del pánico en busca de algún policía. Según fuentes presenciales, parece que la convivencia ininterrumpida con su esposa le está causando algún que otro trastorno psicótico.

«Venía desencajado», asegura el agente 206732-U. «Me disponía a sacar la libreta de denuncias al verle en plena carrera por Gil y Carrasco, pero se dirigía a mi desencajado, como si hubiera visto a Carmen de Mairena en picardías por el pasillo de casa. No paraba de suplicar que le llevara a la cárcel».

En cumplimiento de las medidas decretadas para la cuarentena por el coronavirus, el hombre ha sido llevado a las dependencias de la Policía Local y se le ha tomado declaración. «Estos casos son delicados, no nos gustaría sancionarle y mucho menos encerrarle en el calabozo dada la situación, pero el hombre se ha agarrado a los barrotes y no hay quien lo suelte de ahí».

Desde Servicios Sociales del Ayuntamiento de León se han prestado para ofrecer ayuda psicológica. «Le hemos puesto algún capitulo de Bob Esponja para ver si así se da cuenta de que hay cosas mucho peores y le da por volver a su casa» nos cuenta la psicóloga municipal Esperanza Mora. «Esperemos que entre en razón, porque le tenemos preparada toda la primera temporada de Dora la Exploradora».