Desde la pasada madrugada, la ciudad de León se está viendo afectada por un intenso olor a humo que es apreciable desde todos los puntos de la ciudad. Una unidad del Cuerpo de Fenómenos Ignífugos de la Policía se encuentra ya investigando la procedencia del mismo para tratar de dar con el foco principal y atajar la contaminación del aire que se viene registrando.

«Nos llamaron esta mañana a primera hora desde los alrededores del Palacio de los Guzmanes al apreciar un notable incremento del olor a medida que te acercabas» asegura Miguel Brasa, uno de los agentes del cuerpo. 

«A decir verdad, no resultaría extraño que tras las noticias de la imputación del alcalde de Puebla de Lillo en la trama corrupta de la Operación Púnica algo pudiera estar haciéndose en Palacio para que salga tanto humo, pero hay que seguir investigando hasta dar con el origen».

Brasa no ha querido adelantar acontecimientos y mantiene «que no tienen por qué ser papeles o documentos confidenciales los que puedan estar ardiendo, no. Igual podría ser la quemazón de los propios funcionarios de “la casa”, que empieza a rezumar después de tanta investigación que tiene a la institución en el punto de mira. Lo normal, vamos».

Pese a que el dispositivo y los medios desplazados están siendo considerables, no es la primera vez que el cuerpo se moviliza por casos similares. «Ya habíamos intervenido va a hacer ahora un par de años en los alrededores por el fuerte olor a mierda que emanaba, pero se nos adelantaron los de la UCO y acabaron llevándose al actual alcalde de Cuadros y ex presidente de la Diputación. Esperemos que ahora seamos nosotros los que nos llevemos el gato al agua, que últimamente siempre nos sacan ventaja», señala el agente.

Las tareas de rastreo continuarán durante las próximas horas, pues según Brasa «no podemos descartar nada», ya que otra de las líneas de investigación podría ser la de la propia población «que anda muy quemada con tanto caciquismo y corrupción en esta bendita provincia».